Mitos y verdades / Aclaraciones de uno de los más prestigiosos
geólogos argentinos.
"No hay más terremotos de lo habitual".
Lo afirma el doctor Víctor Ramos, de la UBA, que advierte que las
comunicaciones en tiempo real pueden provocar confusión.
El 26 de febrero, Víctor Ramos, director del Laboratorio de
Tectónica Andina de la UBA, estaba con colegas estudiando depósitos
lacustres del cuaternario cerca del Huecú, en Neuquén. Esa noche
(sí,¡la misma en que fue devastado el centro de Chile!) se despertó
a las tres y media de la madrugada por los sacudones de su cama.
Ramos salió de su pieza, miró a su alrededor y, como buen veterano
de varios terremotos, se volvió a dormir.
Ya en Buenos Aires, este investigador internacionalmente reconocido
está siguiendo de cerca y participando de los estudios en torno del
fenómeno y sus consecuencias. Pero si no lo intranquilizó el
terremoto sí lo hacen muchas de las noticias que se difunden en
torno de estos procesos naturales.
"Nos inundan de novedades sobre desastres en diferentes partes de la
Tierra -dice-. En este mundo de comunicación en tiempo real no pasa
nada inadvertido: un pequeño temblor en Sumatra viene seguido al
otro día de fuertes dislocaciones en Alaska o Paquistán. Todo se
confunde, pero hay que brindar un poco de tranquilidad."
-¿Qué conceptos erróneos leyó u oyó últimamente?
-Por ejemplo, el otro día escuchaba que relacionaban los terremotos
con el cambio climático y los tsunamis. Pero ¡nada que ver! Que la
Tierra libere su energía interna es algo que ocurre
independientemente del clima. También se habla de las modificaciones
antrópicas [producidas por el ser humano], pero el hombre es
insignificante para generar cualquier tipo de modificación que
incida en la ocurrencia de un terremoto.
-Haití, Chile, Turquía... ¿Hay un aumento de terremotos?
-No, no hay más de lo habitual. Lo que ocurre es que ahora hay un
terremoto en Bangladesh y a los cinco minutos se entera todo el
mundo. Esa información en tiempo real es la que pone nerviosa a la
gente. Yo estoy suscripto a un registro que todos los días me
informa de cinco o seis terremotos mayores de cinco [grados]. Por
otro lado, la potencia de devastación de un terremoto depende de si
ocurre cerca de un centro muy poblado. En Alaska hay terremotos tan
fuertes como el de Chile, pero nadie se queja porque allá no vive
nadie. En el ranking de los más fuertes del mundo, dos o tres los
tiene Chile y los demás los tiene Alaska, y sin embargo nadie dice
"qué peligrosa que es Alaska".
¿Podría ocurrir en Buenos Aires un sismo de las características del
chileno?
-No. Las placas tienen dos tipos de márgenes: los activos y los
pasivos. Los activos se llaman así porque hay volcanes y hay
terremotos. Todo el "cinturón de fuego" del Pacífico es un margen
activo. El otro, el atlántico, es pasivo porque no hay subducción,
no hay hundimiento de corteza oceánica. Ese proceso ocasiona algún
que otro terremoto, pero de mucha menor intensidad, generalmente
inferior a cuatro o cinco grados. Quiere decir que una construcción
decente de Buenos Aires puede resistirlo perfectamente.
¿Aunque no sea antisísmica?
-Sí. A gatas lo puede sentir el hombre, porque son movimientos casi
imperceptibles.
¿Podría ocurrir un terremoto devastador en Tierra del Fuego?
-Ese es un problema independiente. La falla de deslizamiento
horizontal que hay en Tierra del Fuego, que va por el lago Fagnano y
sale por el río Yrigoyen, es de las mismas características que la
que produjo el terremoto de Haití. La diferencia es que, si bien los
terremotos que puede haber en uno y otro lugar son de índole
similar, al lado de esa falla no vive nadie, y arriba de la de Haití
viven cuatro millones de personas. Ushuaia está a unos 80 o 90 km;
lo sentiría, pero no como Puerto Príncipe, que estaba arriba.
-¿Hay una falla geológica en el Río de la Plata?
-Fallas hay en todos lados. Es muy raro encontrar 100 km2 que no las
tengan. Pero son viejas, fósiles. Hace cien millones de años que no
se mueven.
-¿ Qué zonas de la Argentina son las de mayor riesgo?
-El Instituto Nacional de Prevención Sísmica hizo un excelente mapa
de riesgo. Hay dos sectores que tienen alta probabilidad de tener
terremotos fuertes, que son Mendoza y San Juan; les siguen La Rioja
y Catamarca, y en un escalón menor de peligro, Salta y Jujuy. Ahora,
hay que tener en cuenta la recurrencia. En las sierras de Córdoba
también puede haber terremotos, pero la recurrencia es de entre 300
y 400 años. Quiere decir que si hubo uno hace 30 o 40 años, hay que
esperar 300 años para que ocurra otro en el mismo lugar. Si uno sabe
la intensidad, el epicentro y la zona de fractura de un terremoto,
puede calcular la probabilidad de recurrencia.
-¿Registrando las vibraciones de las microrrupturas puede
anticiparse un terremoto?
-Es una hipótesis, pero no está confirmada. A veces uno mide los
"ruidos de basamento" y a los dos o tres días viene el terremoto.
Pero miles de veces uno ve que se incrementan y no pasa nada.
- ¿Y si se suman mediciones de gases, como el radón?
-Es otro factor necesario, pero no suficiente. Los chinos utilizaban
un sistema parecido hace dos mil años. En vez de tener equipos,
tenían gallinas, caballos... Cuando los animales se ponían
nerviosos, daban la alerta, porque a las 24 o 48 horas se producía
el terremoto. La capacidad auditiva de un caballo o una gallina está
en el rango de los ruidos de basamento, que el oído humano no puede
captar. Pero un montón de veces se ponían nerviosos y no pasaba
nada.
-¿Cómo se explica el desplazamiento de ciudades enteras?
-Son deformaciones elásticas que siguen al terremoto. La corteza se
comporta como un flan: primero se mueve para un lado, después para
el otro. Pero pasado algún tiempo, pueden volver para atrás.
¿Buenos Aires va a retroceder los dos centímetros que avanzó?
-Interesante pregunta. Nosotros lo que tenemos bien medido es el
terremoto de Antofagasta de 1995. Donde se produjo la ruptura, se
movió toda la costa un metro para allá. Pero a los dos o tres años,
se volvieron a recuperar 80 cm para este lado. Estamos en 2010 y
todavía los movimientos no se tranquilizaron.
-¿Cómo va a ser el planisferio del futuro?
-Pronostican que tarde o temprano la Argentina va a chocar contra
Japón o contra Asia. Pero será dentro de 80 o 100 millones de años.
Nadie va a poder decirnos que nos equivocamos.
jueves, 11 de marzo de 2010
miércoles, 10 de marzo de 2010
Sur América fue desplazada hacia el Oeste
Miércoles 10 de marzo de 2010
Washington
(Agencias)
El terremoto que sacudió al territorio de Chile el mes pasado desplazó más de tres metros hacia el oeste a la ciudad de Concepción y alteró la posición
geográfica de otras ciudades de ese país y de su vecino Argentina.
Según mediciones preliminares realizadas mediante el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) por investigadores de cuatro universidades de Estados Unidos,
el temblor de 8.8 grados en la escala abierta de Richter también desplazó a Buenos Aires, la capital de Argentina, alrededor de 2.5 centímetros.
También resultó alterada la posición de Santiago de Chile, la cual se movió alrededor de 28 centímetros hacia el oeste-sudoeste, de acuerdo con la investigación.
El epicentro del terremoto fue ubicado en la región del Maule y en una zona del sur chileno que forma parte del llamado “anillo de fuego” del Pacífico
cuyas
fallas tectónicas originan constantes movimientos sísmicos.
El terremoto del 27 de febrero ha sido seguido por más de una decena de réplicas de más de 6 grados Richter,
las cuales se han sentido desde Antofagasta, en el norte, hasta el extremo sur, sobre una línea geográfica de más de dos mil kilómetros.
Los cálculos preliminares de las alteraciones geográficas fueron realizados en el marco del Proyecto GPS Sur y Centro de Los Andes, que desde 1993 mide
las deformaciones causadas por los sismos en esa región de la cadena montañosa que se extiende hasta Venezuela.
Mike Bevis, profesor de ciencias de la Tierra en la Universidad Estatal de Ohio, indicó que mediante las estaciones de GPS se pueden
determinar los desplazamientos o “saltos” registrados durante un terremoto.
El científico añadió que, con nuevas estaciones de GPS, podrán observar las deformaciones postsismo que se registren en el curso de los próximos
años.
“Eso nos dará nueva información sobre la física del proceso de los terremotos”, explicó en declaraciones reproducidas por el sitio especializado ScienceDaily.com.
Ben Brooks, principal investigador del proyecto, dijo que el terremoto chileno ofrece una oportunidad única de comprender mejor los procesos que controlan
los movimientos telúricos. “El terremoto del Maule será uno de los más importantes, si no el más importante, estudiados hasta ahora”, afirmó el experto
de la Escuela de Ciencias del Océano y la Tierra en la Universidad de Hawai.
Geodinámica
Breve historia de una inquieta “uva pasa”
La Tierra es, por decirlo de algún modo, una gigantesca uva pasa, cuya energía interior moldea permanentemente su arrugado pellejo, creando cordilleras
montañosas. Esta “vida interior” es la culpable de que haya terremotos y maremotos con un terrible costo en vidas, como acabamos de ver en Haití y en menos
medida en Chile y Turquía.
La increíble energía interior que funde la capa interna de la corteza terrestre y la pone a moverse en forma de círculo es la responsable del empuje, imperceptible
casi siempre, de las placas tectónicas y del choque de éstas, siendo la más pesada la que se hunde bajo la más ligera (subducción), lo que provoca que
periódicamente ocurran gigantescos corrimientos de tierra.
Una de las placas más activas del planeta es la de Nazca, integrada en el llamado Anillo de Fuego (que rodea la costa pacífica americana y la asiática).
Esta placa empuja con fuerza desde las profundidades del Pacífico hacia la placa de Sudamérica, mucho más ligera. La imponente cordillera de Los Andes
es de hecho el sedimento levantado de miles de millones de años de empuje de una placa sobre la otra.
Cuanto más tiempo pasa hundiéndose la placa oceánica sobre la continental sin que haya reacomodo, lo que se conoce como “silencio sismológico”, más fuerte
puede ser el corrimiento de la placa que está por encima. Pues bien, esto es lo que acaba de ocurrir hace algo más de una semana en el centro-sur de Chile.
La energía de empuje fue el equivalente a 100 mil millones de toneladas de TNT, lo que en grados Richter son 8.8. Este corrimiento de tierra hacia el oeste
llegó a mover hasta 3 metros la ciudad chilena de Concepción y arrastró a casi toda Sudamérica, incluido un par de centímetros en Fortaleza, en la costa
atlántica brasileña, en el otro extremo del subcontinente. El ímpetu de la placa de Nazca es tal, que el mayor terremoto de la historia ocurrió también
en Chile, en 1960, con un terremoto en Valdivia cercano al cataclismo (9.5 grados).
Además, el terremoto de Chile del pasado 27 de febrero pasará a la historia no sólo por ser el quinto más poderoso jamás registrado, sino por ser el primero
que claramente ha dejado imágenes que evidencia la deriva de los continentes, ya que el sismo de 2004, pese a ser el segundo mayor registrado en la historia,
con 9.2 grados Richter, junto al de Anchorage (Alaska), en 1964, ocurrió bajo el Océano Índico; así que, no lo pudimos ver.
Washington
(Agencias)
El terremoto que sacudió al territorio de Chile el mes pasado desplazó más de tres metros hacia el oeste a la ciudad de Concepción y alteró la posición
geográfica de otras ciudades de ese país y de su vecino Argentina.
Según mediciones preliminares realizadas mediante el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) por investigadores de cuatro universidades de Estados Unidos,
el temblor de 8.8 grados en la escala abierta de Richter también desplazó a Buenos Aires, la capital de Argentina, alrededor de 2.5 centímetros.
También resultó alterada la posición de Santiago de Chile, la cual se movió alrededor de 28 centímetros hacia el oeste-sudoeste, de acuerdo con la investigación.
El epicentro del terremoto fue ubicado en la región del Maule y en una zona del sur chileno que forma parte del llamado “anillo de fuego” del Pacífico
cuyas
fallas tectónicas originan constantes movimientos sísmicos.
El terremoto del 27 de febrero ha sido seguido por más de una decena de réplicas de más de 6 grados Richter,
las cuales se han sentido desde Antofagasta, en el norte, hasta el extremo sur, sobre una línea geográfica de más de dos mil kilómetros.
Los cálculos preliminares de las alteraciones geográficas fueron realizados en el marco del Proyecto GPS Sur y Centro de Los Andes, que desde 1993 mide
las deformaciones causadas por los sismos en esa región de la cadena montañosa que se extiende hasta Venezuela.
Mike Bevis, profesor de ciencias de la Tierra en la Universidad Estatal de Ohio, indicó que mediante las estaciones de GPS se pueden
determinar los desplazamientos o “saltos” registrados durante un terremoto.
El científico añadió que, con nuevas estaciones de GPS, podrán observar las deformaciones postsismo que se registren en el curso de los próximos
años.
“Eso nos dará nueva información sobre la física del proceso de los terremotos”, explicó en declaraciones reproducidas por el sitio especializado ScienceDaily.com.
Ben Brooks, principal investigador del proyecto, dijo que el terremoto chileno ofrece una oportunidad única de comprender mejor los procesos que controlan
los movimientos telúricos. “El terremoto del Maule será uno de los más importantes, si no el más importante, estudiados hasta ahora”, afirmó el experto
de la Escuela de Ciencias del Océano y la Tierra en la Universidad de Hawai.
Geodinámica
Breve historia de una inquieta “uva pasa”
La Tierra es, por decirlo de algún modo, una gigantesca uva pasa, cuya energía interior moldea permanentemente su arrugado pellejo, creando cordilleras
montañosas. Esta “vida interior” es la culpable de que haya terremotos y maremotos con un terrible costo en vidas, como acabamos de ver en Haití y en menos
medida en Chile y Turquía.
La increíble energía interior que funde la capa interna de la corteza terrestre y la pone a moverse en forma de círculo es la responsable del empuje, imperceptible
casi siempre, de las placas tectónicas y del choque de éstas, siendo la más pesada la que se hunde bajo la más ligera (subducción), lo que provoca que
periódicamente ocurran gigantescos corrimientos de tierra.
Una de las placas más activas del planeta es la de Nazca, integrada en el llamado Anillo de Fuego (que rodea la costa pacífica americana y la asiática).
Esta placa empuja con fuerza desde las profundidades del Pacífico hacia la placa de Sudamérica, mucho más ligera. La imponente cordillera de Los Andes
es de hecho el sedimento levantado de miles de millones de años de empuje de una placa sobre la otra.
Cuanto más tiempo pasa hundiéndose la placa oceánica sobre la continental sin que haya reacomodo, lo que se conoce como “silencio sismológico”, más fuerte
puede ser el corrimiento de la placa que está por encima. Pues bien, esto es lo que acaba de ocurrir hace algo más de una semana en el centro-sur de Chile.
La energía de empuje fue el equivalente a 100 mil millones de toneladas de TNT, lo que en grados Richter son 8.8. Este corrimiento de tierra hacia el oeste
llegó a mover hasta 3 metros la ciudad chilena de Concepción y arrastró a casi toda Sudamérica, incluido un par de centímetros en Fortaleza, en la costa
atlántica brasileña, en el otro extremo del subcontinente. El ímpetu de la placa de Nazca es tal, que el mayor terremoto de la historia ocurrió también
en Chile, en 1960, con un terremoto en Valdivia cercano al cataclismo (9.5 grados).
Además, el terremoto de Chile del pasado 27 de febrero pasará a la historia no sólo por ser el quinto más poderoso jamás registrado, sino por ser el primero
que claramente ha dejado imágenes que evidencia la deriva de los continentes, ya que el sismo de 2004, pese a ser el segundo mayor registrado en la historia,
con 9.2 grados Richter, junto al de Anchorage (Alaska), en 1964, ocurrió bajo el Océano Índico; así que, no lo pudimos ver.
Vínculo entre la Depresión y la Internet
Psicología.
Vínculo Entre la Depresión y el Uso de Internet.
8 de Marzo de 2010.
La gente que pasa mucho tiempo en la Red es más propensa a mostrar síntomas de depresión, según un estudio a gran escala realizado por psicólogos de la
Universidad de Leeds.
bookmark
Los investigadores han hallado pruebas contundentes de que algunos usuarios han desarrollado un hábito compulsivo sobre internet, mediante el cual sustituyen
la interacción social de la vida real por redes sociales de internet y salas de chat online. Los resultados sugieren que este tipo de navegación adictiva
puede tener un impacto serio sobre la salud mental.
“Internet ahora desempeña un papel importante en la vida moderna, pero sus beneficios están acompañados por un lado más oscuro”, apunta Catriona Morrison,
autora principal del estudio, de la Universidad de Leeds.
Aunque muchos de nosotros usamos internet para cosas diversas pero sin que nuestra vida personal gire alrededor de ella, hay un pequeño subconjunto de
la población al que le resulta difícil controlar cuánto tiempo pasan online, hasta el punto en que eso llega a interferir con sus actividades diarias.
Estos adictos a internet pasan proporcionalmente más tiempo navegando por páginas web con contenidos sexuales, juegos online y comunidades online. En el
estudio, también se ha comprobado que los sujetos de esta clase sufren una incidencia más alta de depresión, desde moderada a severa, que la experimentada
por los usuarios de internet no adictos a ésta.
Morrison matiza que este estudio indica que el uso excesivo de internet está asociado a la depresión, pero lo que ella y su equipo no han esclarecido todavía
es cuál cosa conduce a la otra: ¿La gente deprimida es atraída hacia Internet y hace un uso excesivo de la misma? ¿O el uso excesivo de Internet promueve
la depresión?
Lo que está claro es que, para un pequeño subconjunto de la población, el uso excesivo de internet podría ser una señal de advertencia de tendencias depresivas.
Incidentes como los suicidios pactados de adolescentes en la localidad de Bridgend en 2008 condujeron a muchos a plantearse hasta qué punto las redes sociales
de internet pueden promover pensamientos depresivos en adolescentes vulnerables. De entre los internautas investigados en el estudio de la Universidad
de Leeds, los jóvenes fueron más propensos a ser adictos a internet que los usuarios de mediana edad, y la edad promedio del grupo adicto fue de 21 años.
Vínculo Entre la Depresión y el Uso de Internet.
8 de Marzo de 2010.
La gente que pasa mucho tiempo en la Red es más propensa a mostrar síntomas de depresión, según un estudio a gran escala realizado por psicólogos de la
Universidad de Leeds.
bookmark
Los investigadores han hallado pruebas contundentes de que algunos usuarios han desarrollado un hábito compulsivo sobre internet, mediante el cual sustituyen
la interacción social de la vida real por redes sociales de internet y salas de chat online. Los resultados sugieren que este tipo de navegación adictiva
puede tener un impacto serio sobre la salud mental.
“Internet ahora desempeña un papel importante en la vida moderna, pero sus beneficios están acompañados por un lado más oscuro”, apunta Catriona Morrison,
autora principal del estudio, de la Universidad de Leeds.
Aunque muchos de nosotros usamos internet para cosas diversas pero sin que nuestra vida personal gire alrededor de ella, hay un pequeño subconjunto de
la población al que le resulta difícil controlar cuánto tiempo pasan online, hasta el punto en que eso llega a interferir con sus actividades diarias.
Estos adictos a internet pasan proporcionalmente más tiempo navegando por páginas web con contenidos sexuales, juegos online y comunidades online. En el
estudio, también se ha comprobado que los sujetos de esta clase sufren una incidencia más alta de depresión, desde moderada a severa, que la experimentada
por los usuarios de internet no adictos a ésta.
Morrison matiza que este estudio indica que el uso excesivo de internet está asociado a la depresión, pero lo que ella y su equipo no han esclarecido todavía
es cuál cosa conduce a la otra: ¿La gente deprimida es atraída hacia Internet y hace un uso excesivo de la misma? ¿O el uso excesivo de Internet promueve
la depresión?
Lo que está claro es que, para un pequeño subconjunto de la población, el uso excesivo de internet podría ser una señal de advertencia de tendencias depresivas.
Incidentes como los suicidios pactados de adolescentes en la localidad de Bridgend en 2008 condujeron a muchos a plantearse hasta qué punto las redes sociales
de internet pueden promover pensamientos depresivos en adolescentes vulnerables. De entre los internautas investigados en el estudio de la Universidad
de Leeds, los jóvenes fueron más propensos a ser adictos a internet que los usuarios de mediana edad, y la edad promedio del grupo adicto fue de 21 años.
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