Salud.
Los Peligros de la Nicotina en Areas Ya Sin Humo Pero Donde Se Ha Fumado.
12 de Marzo de 2010.
La nicotina en el humo de "tercera mano", el residuo del humo del tabaco que se aferra a virtualmente todas las superficies hasta mucho después de que un
cigarro ha sido apagado, reacciona con el ácido nitroso, un contaminante común que está presente también en el aire del interior de las viviendas, para
producir substancias carcinógenas peligrosas.
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Este nuevo riesgo potencial para la salud ha sido desvelado por un estudio en el que han participado expertos de varias instituciones y que ha sido dirigido
desde el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en Estados Unidos.
Al arder, el tabaco libera nicotina en forma de un vapor que es fuertemente adsorbido por las superficies del interior del hogar, tales como paredes, suelos,
alfombras, sábanas y muebles. La nicotina puede permanecer en esos materiales durante días, semanas e incluso meses. El nuevo estudio muestra que cuando
esta nicotina residual reacciona con el ácido nitroso ambiental forma carcinógenos de una clase que está entre los carcinógenos más potentes y con mayor
campo de acción presentes en el tabaco y en su humo.
En el estudio han intervenido Hugo Destaillats, Mohamad Sleiman, Lara Gundel y Brett Singer, todos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, James Pankow
de la Universidad Estatal de Portland, y Peyton Jacob de la Universidad de California en San Francisco.
Como la forma de exposición más probable del ser humano a estas sustancias carcinógenas es mediante la inhalación del polvo o el contacto de la piel con
alfombras y otras superficies expuestas, el humo de tercera mano conlleva el mayor riesgo para los bebés y los niños pequeños, dado que es frecuente que
gateen o jueguen en el suelo.
Los resultados del estudio indican que abrir una ventana o encender un ventilador para airear la habitación mientras se fuma un cigarrillo no elimina el
riesgo del humo de tercera mano.
Fumar al aire libre es mejor que en interiores, pero aún así los residuos de la nicotina se pegan a la piel y la ropa del fumador y de las personas que
le acompañen. Esos residuos son luego trasladados inadvertidamente al hogar, y allí se esparcen por todas partes.
El riesgo más grande es para los niños pequeños. Es muy probable que estos reciban la nicotina en su piel cuando el fumador vuelve a casa, y que se les
formen esas sustancias carcinógenas si, como es lo habitual, hay ácido nitroso en el aire del hogar.
domingo, 14 de marzo de 2010
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